Una gota de sudor recorría la cara de Julián mientras observaba a Rui y a Fiona enfrentándose con tensiones ansiosas. Todos los niños estaban en silencio por una vez, mirando fijamente a los dos representantes enfrentarse, sin pestañear.
Julián había visto maravillas en el tiempo que habían presenciado el Concurso Marcial. Había sido testigo de cómo los Artistas Marciales lograban cosas mágicas una tras otra. Había sacudido su visión del mundo. Aunque había trabajado con equipos de investigación que condujeron investigaciones sobre Arte Marcial, no había visto nada remotamente comparable a esto.
Sin embargo, lo que realmente llamó su atención fue ver un lado de su hermano que no había visto. Rui normalmente era muy agradable, pero cuando subió al ring, se había vuelto increíblemente intimidante y aterrador. También era muy fuerte, habiendo llegado a las finales.