Hever colapsó de rodillas cerca de la esquina de la cancha. Para todos, excepto para Rui, la derrota de Hever era segura.
—Se acabó —comentó uno.
—Bueno, luchó bien —añadió otro.
—Nel lo va a noquear —afirmó un tercero.
Nel no dudó ni un momento, avanzó más rápido de lo que jamás lo había hecho. Pero Rui no le prestaba atención. Estaba mirando intensamente a Hever, preguntándose si estaba en lo correcto.
Fue entonces.
La más pequeña de las sonrisas se deslizó en la expresión de Hever.
AGARRE
Interceptó el ataque de Nel y retrocedió mientras se levantaba, utilizando ese impulso para lanzar a Nel volando detrás de él. Esta era una maniobra de lanzamiento que solo se podía realizar comenzando desde una rodilla.
Ese era su objetivo. Quería llegar a su posición de una sola rodilla cerca de la esquina del ring. Sin embargo, no podía simplemente caminar hacia el borde y arrodillarse. Incluso el más simple de los tontos se daría cuenta de que esto era una trampa.