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El campo de batalla había escalado en violencia astronómicamente. Los Aprendices Marciales eran aquellos que eran capaces de superar los límites de su fisicalidad a través de su Arte Marcial y su Camino Marcial. Esto significaba que la balanza de poder en una pelea con once Aprendices Marciales sobrepasaría con creces lo que los humanos ordinarios podrían hacer.
Si alguien de la Tierra escuchara la batalla desde lejos, sin duda asumirían que estaban cerca de una zona de guerra activa e inmediatamente huirían. Si llegaran a ver el campo de batalla de los Aprendices Marciales, pensarían que un vehículo de demolición descontrolado se había vuelto loco en el área.
Árboles rotos, rocas agrietadas, tierra en cráteres, carros destrozados, cuerpos mutilados.
No era concebible que meros humanos fueran responsables de tanta devastación.