Era más importante optar por un éxito no completamente probable frente a un fracaso relativamente cierto.
—¿Qué has dicho? —el hombre avanzó.
El ambiente cambió cuando su expresión se desmoronó de rabia. Su aura se volvió más agresiva y salvaje.
—Te respeto. Te pido que respetes mi poder —replicó Rui—. ¿Eres un guerrero que no puede discernir la verdad?
Rui hizo un gesto a su alrededor. —Porque la verdad es clara para todos excepto para ti. Cualquier guerrero puede ver que esto es tan claro como el día.
El hombre siguió el gesto mientras miraba alrededor.
Sus expresiones eran claras.
Según los sentidos de Rui, probablemente era un Artista Marcial de grado seis como máximo. Su propio poder proyectado era muy superior. El hombre hizo contacto visual con sus compañeros de tribu mientras su expresión se tornaba agria.
—Venimos en paz —respondió Rui—. Respetamos vuestra fuerza.