Transcurrieron los días.
La mitad de su tiempo lo dedicaba al entrenamiento físico, mientras que la otra mitad al entrenamiento psicológico. Para su sorpresa, el entrenamiento psicológico era tan duro como el entrenamiento físico.
—Tus reflejos deben volverse más defensivos —le dijo el Escudero Gerd—. No puedes agitar tu poder de esa manera, necesita estar controlado y ser seguro.
Estaban en una sala, meditando. Rui absorbía sus palabras, asimilándolas. Esta era una de las sesiones de entrenamiento terapéutico que se veía obligado a realizar. Duraba unas horas hasta que terminaban.
—¿La Unión Marcial se esfuerza tanto por los no Artistas Marciales? —Rui preguntó después—. Al final, es una organización para Artistas Marciales, no para todos los demás, ¿correcto?