—¡RUIIII! —Alicia lo abrazó fuerte cuando lo vio—. ¡Has vuelto!
—Está bien, está bien —Rui consiguió decir tras ser sofocado por su abrazo.
—¡Te fuiste por más de un mes! —Ella le regañó.
—Eso no es inusual para las misiones, ya sabes —Él suspiró.
Pronto fue rodeado por niños y adultos por igual que preguntaron por él y su misión. El Orfanato siempre estaba emocionado por escuchar acerca de las experiencias únicas de Rui como Artista Marcial.
—Esperaba verte pronto cuando se difundió la noticia de que la guerra en el Calabozo Sereviano estaba apaciguándose —Julián sonrió—. También escuché el más ridículo cuento de un solo Aprendiz Marcial en el Imperio Kandriano derrotando a tres ejércitos por sí mismo.
Rui se rió.
—Técnicamente cierto, pero exagerado y mal representado.
Los ojos de Julián se abrieron de asombro. Había esperado que Rui negara el supuesto informe.
—Pero quién...?