—¡Gruñido! —Mia lanzó en un solo intento una ráfaga de balas de sonido.
—¡Zumbido! —Ana apenas logró bailar entre ellas en el aire mientras giraba, pateando el aire y lanzando una poderosa ráfaga de viento.
—¡Bang!
—¡Gruñido! —Chocó contra el suelo mientras Mia daba volteretas para esquivar, lanzando aún más balas de sonido a Ana incluso haciendo un giro invertido en el aire.
Las dos danzaban en una extraña armonía, cautivando a cada espectador con su dueto elegante y profundo.
Ni una sola persona podía apartar la mirada.
¿Cómo podrían?
Rui estaba extremadamente absorto en su extraño combate. Observando cada movimiento con los ojos bien abiertos, había pasado realmente mucho tiempo desde que una lucha le había conmovido tanto.
Su poderosa mente procesaba furiosamente los datos que sus sentidos y técnicas le proporcionaban mientras creaba perfiles mentales de cada una de las dos mujeres.