Rui ni siquiera sabía qué decir. Su imagen de ella estaba destrozada. Esperaba un temperamento frío, distante y arrogante, pero ella parecía una chica despistada con mucha curiosidad.
Pero en algo sí acertó: ella era fuerte.
Increíblemente fuerte.
Su presión mental pasiva era profunda, era fuerte sin siquiera intentarlo. Sin siquiera desearlo.
Solo su mera curiosidad ejercía peso sobre su mente.
Rui sospechaba que incluso podría haber sido Candidata a Escudero, aunque no estaba seguro.
Pronto, se dirigió a la cafetería. Para su sorpresa, los otros representantes no solo habían llegado, sino que también se habían reunido alrededor de la misma mesa. Solo entonces recordó que la mayoría se conocía entre sí, ya que todos eran parte de la Comunidad Marcial.
Intercambiaron miradas.
Rui podía sentir sus miradas escrutadoras incluso mientras los analizaba.
—Son fuertes —sonrió un poco.
—Rui —el Escudero Kyrie lo llamó.