—Sir Aethelwolf, ya que tiene una hija talentosa, ¿por qué no la envió como participante? —Eliazar miraba a Aethelwolf con curiosidad—. ¡Con el poder de Olivia, podría llevar al equipo entero del Imperio Leone y hasta tendría la oportunidad de ayudarles a obtener el primer lugar!
El general Trevor asintió en acuerdo. —El señor Eliazar tiene razón.
Olivia reveló una mirada de suficiencia al oír esto.
Aethelwolf sacudió la cabeza y se rió sin poder evitarlo. —Ya la han visto ustedes mismos. Ella solo causaría problemas en la competición. Prefiero darle la oportunidad a otros jóvenes talentos. Además, tengo otros planes para ella. —¡Estaba criándola para que se convirtiera en una bestia mágica de Nivel 5!
Después de escuchar sus palabras, Eliazar y el general Trevor miraron a Olivia en silencio. Solo habían conocido a la pequeña por un breve tiempo, pero ya habían experimentado su personalidad traviesa.