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Después de recibir sus instrucciones, Callon fue llevado a una instalación secreta que se ubicaba bajo tierra. Había numerosas runas de alto nivel inscritas por todos lados, haciendo imposible que incluso los expertos más destacados se colaran dentro. También notó algunas trampas de alta calidad a lo largo del estrecho camino por el que pasaron. Su espalda estaba cubierta de sudor mientras seguía a un Guardia Sombrío. Esta persona no le hablaba, así que todo el trayecto fue en silencio. Solo se oían los sonidos de sus pasos resonando en el pasaje vacío.
El Guardia Sombrío de repente se detuvo y dijo—. "Hemos llegado. A partir de ahora, serás el Guardia Sombrío Número 144. Tu uniforme y objetos están dentro de este anillo de almacenamiento. Todo lo que hay dentro será tuyo, pero no tienes permitido venderlos ni dárselos a otros." Luego le entregó un anillo a Callon.
