Aenwyn miró a Brian con una expresión calmada, pero en su corazón bullía de furia. Realmente quería destrozar su rostro sonriente, pero optó por contenerse ya que había prometido a Aethelwolf fingir que todavía estaba bajo el control de la Runa Esclava.
Brian echó un vistazo rápido al balcón y encontró que Aethelwolf no los estaba mirando. Luego volvió su mirada hacia Aenwyn y borró la falsa sonrisa de su rostro mientras estudiaba a la mujer elfa de pies a cabeza. —Nunca pensé que realmente aprenderías el idioma humano —murmuró fríamente.
Aenwyn permaneció en silencio y solo miraba a Brian con una mirada impasible.
—Parece que Aethelwolf te valora mucho. Dime, ¿te preguntó sobre el Manantial Sagrado? —Brian entrecerró los ojos mientras miraba a Aenwyn.
La princesa elfa negó con la cabeza con tranquilidad mientras respondía con una voz distante. —No.