El Señor Harold fue a la residencia del Emperador Ragnar en el Distrito Dominion. Estaba justo cerca de la clínica, así que su carroza llegó en menos de treinta minutos.
A su llegada, los guardias lo identificaron inmediatamente y lo llevaron al interior de la residencia.
El Señor Harold notó que el Emperador Ragnar y el Príncipe Calvin estaban hablando, así que esperó a que terminaran antes de saludar a los dos. —¡Saludos, Su Majestad y Su Alteza!
—¿Oh? Es el Señor Harold. ¿Cómo está usted? —El Príncipe Calvin le sonrió.
—Para ser honesto, no me siento muy bien, Su Alteza. El Hogar Reynolds ha encontrado un problema que necesita la ayuda de la Familia Imperial... —El Señor Harold dijo con un tono grave.
Viendo que se había puesto serio, el Príncipe Calvin permaneció en silencio mientras dirigía su mirada hacia su padre, el Emperador Ragnar.
El emperador frunció el ceño al oír esto. —Habla. ¿De qué se trata todo esto, Harold?
