—Sir Aethelwolf, ya hemos preparado las trampas en el Gran Río Noxus —informó Aenwyn.
Al escuchar esto, Aethelwolf asintió con la cabeza. —Parece que he subestimado tus logros como Grabador. Quiero comprobar las runas que has inscrito, pero como puedes ver, estoy en medio de la refinación de pastillas, así que tendrás que esperar —dijo mientras volvía su cabeza hacia su caldero. Estaba refinando pastillas cuando Aenwyn llegó y la mujer elfa se sorprendió increíblemente de cómo él podía charlar casualmente en su situación. En su Reino de Aracan, los Alquimistas no permitirían que nadie los molestara mientras están en medio del proceso de refinación, pero a este hombre no parecía importarle tales cosas.
—Enviaré a algunos hombres para monitorear el área alrededor del Gran Río Noxus y también cerca de las proximidades de la propiedad de la Familia Linaza. Te notificaré si vemos movimiento por parte de Brian —dijo Aenwyn.
