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La mayoría de las bestias señoriales eran conocidas por la aterradora verdad de que podían matar a oponentes de un nivel superior al suyo con su aura de señor. Sin embargo, esta bestia Señor Caimán tuvo la mala suerte de encontrarse con Helia, quien era la portadora del Protector Rugiente y una guerrera cumbre del escenario rojo.
La Bestia Señor Caimán era fuerte, pero Helia estaba decidida a matarla, de lo contrario la bestia podría perseguir a dos de sus compañeros de equipo que la observaban desde la distancia.
Con cada momento que pasaba, su fuerte agarre en la espada le infligía más heridas al cuerpo de la bestia señorial, su cuerpo zumbando con la energía del trueno. Luchó con todas sus fuerzas, su cuerpo irradiando un brillo azul mientras seguía enfrentándose a la bestia.
El combate entre asura y bestia era feroz, cada golpe de la espada de la belleza de cabello rubio enviando ondas de choque a través del aire, cada rugido de la bestia sacudiendo el suelo.
