De repente, la chica se movió y bajó de la cama antes de tomar una posición de rodillas, colocando su cabeza justo sobre el suelo liso que se sentía frío en su piel.
—Oye, ¿te has vuelto loca... todavía necesitas descansar —Rio habló con un tono preocupado al ver a la paciente tomando una postura de rodillas.
—Oh gran amable hermosa y elegante hermana mayor, por favor acepta a esta pobre chica como tu hermanita y permíteme ser la concubina de Rio —Nyla habló con un tono suplicante.
Los repentinos cambios tomaron desprevenidos al marido y a la esposa, nunca imaginaron que la belleza de cabello magenta diría tales locuras.
Helia también escuchó las palabras de la animada chica y vio este desarrollo inesperado, ella estaba entrando a la habitación con tazas de té, una bandeja y ganado ya que no quería que otros vieran su situación y decidió hacer el trabajo de una sirvienta.