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Hace unos minutos...
—Ah... me duele la cabeza —Nyla sujetó su cabeza con una mano y se sentó para inspeccionar su entorno.
Vio vapor llenando el amplio lugar, que comenzaba a iluminarse con las flores resplandecientes alrededor de la piscina junto a ella.
—Oh, estoy en la cueva de la fuente termal, pero ¿dónde se ha ido todo el mundo? —frunció el ceño mientras la chica estaba completamente sola y no podía encontrar a nadie más.
«¿Qué había pasado?»
La chica inclinó su cabeza hacia abajo e intentó recordar lo último que sucedió antes de perder la conciencia.
—Estaba luchando contra el señor bestia y luego algo pesado me golpeó... pero ¿quién podría haberme salvado? Ahh... ¿Rio? ¿Está bien? —murmuró internamente preocupada mientras su rostro se oscurecía ante la posibilidad de que su amor platónico estuviese herido.
*¡Clank!* *¡Clank!* *¡Clank!*
Escuchó el choque de metales mientras su atención se dirigía hacia allí.
«¿Qué está pasando afuera?»
