Aunque estaba seguro de que lo había leído correctamente, Aster no pudo evitar parpadear y frotarse los ojos unas cuantas veces para asegurarse de que lo que estaba leyendo no era una mera alucinación. Al ver que la clase en la pantalla no cambiaba después de un rato, finalmente superó su incredulidad mientras miraba a Valyr con un renovado sentido de asombro.
—Un Herrero Prodigioso Verdadero... —Tras tomar unas cuantas respiraciones profundas, Aster eventualmente le dijo a Valyr que ya había visto suficiente, lo que llevó al segundo a cerrar la pantalla mientras daba tiempo al hombre de mediana edad para procesar lo que acababa de ver.
Afortunadamente, no tardó mucho en aceptar el hecho de que Valyr tenía la clase de Herrero Prodigioso Verdadero, incluso pensando que solo era adecuado para alguien como él obtener una clase con esa alta rareza.
