```—En la sala de reuniones reales había una larga y ancha mesa ovalada de mármol negro azabache con al menos una docena de sillas de color marfil oscuro rodeándola.
Todo el salón era grande y espacioso, con filas de sirvientes y criadas dentro, asegurándose de que todo estuviera en orden.
Toda esta meticulosa preparación ocurría todos los días una vez que no solo la reina sino también los miembros reales se sentarían juntos para comer y discutir cualquier asunto importante concerniente a la Casa.
A pesar de que todos ellos eran miembros de la misma casa, esto se consideraba una ocasión formal de manera no oficial.
Las puertas del frente se abrieron mientras Seron, Rebeca, Oberón y Silvan entraban. Seron, Rebeca y Oberón caminaban con la espalda recta y la barbilla levantada hacia la mesa sin mirar a nadie más.