*BOOOOOM!*
El mundo parecía contener la respiración mientras la bomba demoníaca estallaba con un estruendo ensordecedor que rasgaba el aire, desatando una ola de luz rojo oscuro que amenazaba con consumir todo a su paso.
El intenso resplandor ardiente se extendía rápidamente, engullendo la zona inmediata en un tono ominoso. Pero tan rápido como apareció, surgió una radiante luz blanca, emanando del centro de la explosión.
Se expandía con una pureza enérgica, colisionando con la energía oscura y conteniéndola dentro de un radio de cien metros.
Ambas luces chocaban violentamente, su lucha culminando en una onda expansiva que sacudía la tierra y se irradiaba hacia afuera, estremeciendo los mismos cimientos de la ciudad.
Amelia, Emiko y Yui reaccionaron instintivamente, levantando las manos mientras convocaban las barreras defensivas más fuertes que podían reunir.