Raquel notó el cambio rápido en el comportamiento de su padre—una sombra cruzando su rostro, haciéndola sentirse nerviosa.
Sin embargo, reprimió su nerviosismo y preguntó de manera casual en voz baja —¿Algo anda mal, papá?
Derek fue capturado momentáneamente por la sensación siniestra al ver la imagen de este joven en su tableta.
Pero lo que particularmente congeló su mirada fueron los ojos dorados de este hombre, dándole una sensación inquietante mientras la cara de cierto hombre surgía en su mente.
Sin embargo, recuperó la compostura al oír la voz de Raquel.
Su mirada se enfocó mientras encontraba su mirada inquisitiva —¿Realmente recomendaste a un inválido? —preguntó, su tono reflejando sorpresa en lugar de desaprobación.