—Eso es admirable. Tengo que decir... nunca he conocido a alguien tan ambicioso como tú —dijo Sabina con una sonrisa sutil, haciendo que Asher se preguntara si le estaba haciendo un cumplido o siendo sarcástica.
Sin embargo, él no le importaba si ella pensaba que simplemente estaba perdiendo el tiempo o esforzándose demasiado por razones tontas. Una vez que pueda hacer sus propias pociones de salud, no tendría que preocuparse por alimentar su anillo, ni despertaría ninguna sospecha de Rowena.
—Pero podrías haberle pedido este pequeño favor a la reina. No es como si hubieras pedido algo especial —dijo Sabina como si se preguntara por qué había ido tan lejos como para incluso ganar una apuesta por esto.
Asher negó con la cabeza sonriendo y dijo: