3 meses en la misión,
Bañados por el resplandor etéreo de los ríos de lava que descendían por el ardiente Pico Piro, el grupo de Asher y los 5 Umbralfiendos avanzaban con cautela, dejando su huella en el blando suelo ceniciento.
Hasta donde alcanzaba la vista, la tierra estaba cubierta por un denso velo de niebla, el aire ceniciento espeso de incertidumbre y cargado con el tenue aroma de algo similar al azufre de las esporádicas erupciones volcánicas que pintaban el lejano horizonte con brillantes destellos de naranja y rojo fundido.
El calor abrasador que emanaba de la tierra y el aire circundantes era abrumador. Todos los miembros del grupo, excepto Asher y Callisa, mostraban visible incomodidad.
Riachuelos de sudor bajaban por sus rostros, impregnando su ropa desgastada por el viaje, mientras avanzaban trabajosamente.