William se dirigía a encontrarse con el líder de esta ciudad, para reunirse con los representantes de otras ciudades, a fin de facilitar la posesión de muchas tierras en este continente.
La conversación que escuchó a lo largo de su camino hacia la zona real y la mansión no le agradaba. Eran todas palabras negativas, todos hablaban de cómo estallaría una gran guerra debido al miedo, la duda y el odio hacia lo que era diferente.
—Eres considerado nuestro héroe, así que cualquier cosa que desees se te concederá —el líder de esta ciudad lo recibió en su trono. Estaba con los otros dos maestros gemelos idénticos, sentados a ambos lados de él.
Esta vez la sala no estaba llena de toneladas de maestros, solo un grupo de unos cien o más. Incluían a los grandes personajes de la ciudad, y otros grandes personajes de otras ciudades.