—William solo mantenía su silencio —dijo únicamente que estaba cansado de hablar y quería descansar. No estaba mintiendo, pero quería más contactar a Pereza, contándole las noticias, para que este último estuviera preparado para lo que venía.
—William regresó a la casa asignada a él, cerró la puerta de su habitación, reforzó la seguridad de esta con toneladas de arreglos, antes de sacar el pergamino.
—Sabía que muchos maestros cumbre estaban observando cada uno de sus movimientos ahora. Así que, solo quería mantenerlos ocupados lidiando con estos arreglos mientras enviaba el mensaje. Para cuando lograran abrirse paso a través de ellos, él ya habría terminado y estaría acostado en su cama, durmiendo como un bebé.
—William envió el mensaje y, como de costumbre, no recibió nada a cambio. Mientras dormía como un bebé, liberando todo el estrés que había acumulado durante mucho tiempo, su equipo y otros dirigidos por Pereza estaban teniendo toneladas de problemas y desafíos.
