—Derrotar a Smith es un mensaje, una advertencia y una llamada de atención para todos nosotros... No olviden, Smith no era débil. Era un maestro de oro oscuro que entrené personalmente. Así que sacarlo de esta manera no es una hazaña fácil.
—¿Qué tienes en mente, jefe? —preguntó Ibra, y William no bromeó con él esta vez. En un momento tan oscuro, William era el único que podía guiarlos a través de todas las trampas y maquinaciones que enfrentarían.
—Si nos conocen tan bien, entonces tenían que preparar tres cosas... —William levantó tres dedos en el aire antes de agregar:
— un gran ejército de maestros oscuros, todos con espíritus, elementos y técnicas que contrarresten y anulen todos nuestros puntos fuertes... Pero eso solo no es suficiente. Vieron lo que les pasó a estas tortugas cuando pensaron que tenían la ventaja.
William guiñó un ojo, volviendo a su actitud despreocupada :