Más tarde, esos cristales serían copiados y vendidos como fuego, llegando incluso a lugares distantes que apenas habían oído hablar de William y su espíritu de zorro.
William apareció y aterrizó en medio de este gran grupo de maestros de espíritu. No se preparó ni nada, solo usó este ataque inicial como una prueba. Usó su técnica más fuerte desde el principio, pero por alguna razón, estos maestros no se sobresaltaron ni se paralizaron de miedo al verlo.
Parecía como si lo estuvieran esperando, o esperaban que él apareciera aquí o algo así. Y eso era suficiente evidencia para decirle a William mucho sobre sus intenciones ocultas y planes.
—Así que, sabías que ese hombre era un impostor, ¿y aún así afirmaste tener al verdadero maestro de zorro en tu academia? ¡Qué basura el lugar de donde vienes!