—Ok —William no podía decir si ella estaba jugando algún tipo de truco con él o qué. Y a él no le importaba eso—, así que distribuiremos treinta mil millones, quince para mí y quince para ti.
—¿No dijiste...
—Dije casi la mitad, no precisamente la mitad —rodó los ojos—, si las cosas salieran demasiado perfectas, entonces la gente comenzaría a dudar de nosotros.
...
Ella era una comerciante seria antes, siempre menospreciando a la gente que solía engañar y estafar a los demás. Y en este momento, no podía evitar sentir que estar con William era lo peor que jamás había soñado que ocurriera.
Pero quién sabría que lo que William diría a continuación la haría temblar de nuevo, incluso más que cuando se enteró de su identidad como el monstruo zorro.
—Y... quiero que dejes ese grupo y vengas a trabajar para mí.
...