Pero William no mostró ningún signo de preocupación o algo por el estilo.
—Toma —Alfonso sacó cinco pergaminos antiguos, se los entregó a William—. Esto es la propiedad de Tomás y los otros cuatro. Estos cuatro están fuera realizando una misión para mí. Una vez que regresen, los enviaré a tu lugar. Por ahora, nuestro trato está completo.
—Todavía me falta mi membresía —William se rió entre dientes, y Alfonso se dio una palmada en la frente.
—Perdona mi impetuosidad, me absorbió por completo el asunto de los Osos Escarlata y nuestro trato. Bueno... Necesitaré un día o algo así para tener lista la insignia de la membresía. Me aseguraré de entregársela en tu lugar una vez que esté lista.
—Gracias.