—Simplemente habla y no te preocupes, no te juzgaré —cuando vio lo conflictuada que parecía al escuchar sus anteriores palabras, añadió, tratando de animarla a que explicara más acerca de lo que la perturbaba.
—¡Suspiro! Es así... —y cuando escuchó sus palabras y comenzó a hablar, ¡William se llevó un susto instantáneo y un shock considerable!
Todo lo que ella decía era como si hubiera estado frente a él y hubiera observado lo que hizo la noche anterior. Cuanto más intentaba describir las extrañas imágenes que aparecían en su mente, más alterado se sentía él.
Ella estaba describiendo con precisión y exactitud los momentos en los que él ejecutó su técnica la noche anterior.
Todo lo que dijo que él hizo, e incluso describió muy precisamente sus movimientos.
—Y entonces, decidí venir aquí y preguntarte sobre eso. ¿Puedes explicar lo que experimenté anoche? —se detuvo, dándole una mirada cuidadosa antes de añadir: