Después de comer de la comida sobrante entregada hace unas horas, finalmente se dirigió a Lina mientras decía seriamente:
—Sé que viniste de la academia Cielo Dorado y te persiguieron por algo relacionado con la negación de un matrimonio...
—¿Quiere el maestro saber por qué rechacé a ese imbécil? —Lina no podía entender por qué Guillermo hablaba de repente de eso. Pensó que él quería saber por qué había rechazado tal oferta, aunque ella ya le había explicado todo.
—No, no me interesan esas cuestiones —Guillermo agitó su mano antes de agregar—, quiero saber si escuchaste o viste algo que se pueda considerar un secreto.
—¿Secreto? ¿Para quién? —Lina hizo una pausa antes de que le golpeara una realización—, ¿quieres saber secretos sobre la academia Cielo Dorado?
En su mente y corazón, no había nada que extrañara o sintiera todavía relacionado con tal lugar, excepto por sus antiguos maestros.