Mientras cada oficial de los Paragones estaba ocupado con asuntos personales o misiones, otro de ellos luchaba contra la corrupción, no muy diferente a Khalor.
Gale, que había ido a aplastar su miedo y trauma por los demonios, actualmente cazaba lágrimas demoníacas, recopilando información sobre ellas o uniéndose a expediciones de purga a través del continente. Había decidido que matar criaturas corrompidas hasta encontrar demonios era la manera de remediar su cicatriz mental.
Actualmente estaba hasta la cintura en un pantano, en algún lugar cerca del centro del continente, con un grupo de cincuenta caballeros de aspecto templario, avanzando lentamente, permaneciendo alerta a su entorno. Había noticias de que una lágrima se había abierto en este pantano, y el reino cercano había enviado un grupo para cerrarla, con Gale acompañándolos.