Astaroth recibió el mensaje de Violeta desde dentro de la mazmorra y asintió con la cabeza.
«No tardó demasiado», pensó.
Violeta aceptó la invitación en cuanto él la envió, y aparecieron cuatro nombres más en la lista del grupo. Aparte del nombre de Violeta, Astaroth leyó los otros tres.
El Guerrero se llamaba Jaxx; el Defensor se había puesto el nombre de Meat-Shield, y la Clériga, Jeanne d'Arc, lo que hizo levantar una ceja a Astaroth.
«¿Un nombre francés? No hemos encontrado muchos de esos en el juego aún.»
Pero su curiosidad se disipó rápidamente, al recordar la tarea que tenían ante ellos. Ahora solo esperaba que estos tres jugadores estuviesen a la altura.
Si un jefe como este era el primero, ¿cómo serían los siguientes? Algo más le preocupaba.