—Astaroth se rió en cuanto Khalor reapareció en las gradas.
—¡Jajaja!
—¡Hombre! ¡Eres increíble! ¡No puedo esperar para luchar contra ti! —exclamó.
—Khalor frunció el ceño ante su arrebato. No es que Astaroth estuviera equivocado, pero era una visión poco probable de lo que había sucedido.
Lo descartó como un exceso de entusiasmo.
—Si quieres luchar contra mí, llega a la final —respondió Khalor, devolviéndole una sonrisa.
La sonrisa estaba llena de confianza. Astaroth respondió con una amplia sonrisa propia.
Cerca de ellos, Azamus estaba furioso. Hablaban como si el resto de los jugadores aquí no existiesen, y eso le molestaba.
¡Él era el número uno! ¡Nadie lo menospreciaba!
Era su turno de luchar después, y cuando apareció en la arena, su humor se amargó aún más. Su oponente era un jugador débil, que amaba demasiado el roleplay.
El hombre que se erguía ante él se llamaba Parthenon. Era un Guerrero Humano, que jugaba una subclase llamada espartano.