Arora, la primera en recuperar la compostura, respondió a la pregunta de Raydon con voz seca —Sí.
Raydon reconoció su respuesta, su voz llena de tenacidad —Bueno. Te esperaré allí. Pronunciando esas palabras resueltas, hizo uso de la escasa cantidad de mana que había logrado regenerar, desencadenando su habilidad Paso de Sombra y desvaneciéndose en un remolino de humo negro.
Raydon era consciente de que confiar únicamente en su técnica de berserker y llevar su cuerpo a sus nuevos límites no sería suficiente para alcanzar el destino que se había impuesto. Para reclamar su presa, tenía que hacer el máximo uso de su mana e intentar alcanzar al equipo de 10 personas lo más rápidamente posible.
El intenso calor y malestar que emanaba de Raydon se disipó tan pronto como él no estaba allí, dejando a las criadas de batalla de pie en silencio mientras jadeaban por aire.