—¡Puchi! —La astilla logró atravesar el pecho de Watson. Pero, pasó justo al lado del esternón. Y, aunque logró no dar en el corazón, todavía logró destruir parte del pulmón izquierdo.
En este punto, a Celina no le perturbaba demasiado. Claro, aunque esta iba a ser la primera vez que matara, no dudó. Mientras hubiera alguien que intentara amenazar a la persona que amaba, entonces, no vacilaría así como Jack no vacilaría en ser cruel con aquellos que la apuntaran.
Watson, por otro lado, se desplomó en el suelo mientras gritaba de dolor. La intensidad del dolor que sentía era tanta que, aunque había estado entrenando cruelmente todo este tiempo, nunca se había encontrado en una situación así antes.
Además, dado que su pulmón izquierdo estaba parcialmente destruido, tenía dificultades para respirar considerando que la sangre ya había comenzado a colarse en los bronquios, empezando a bloquear el paso del aire a los pulmones.