—Vice líder supremo, dado que ya se le ha otorgado la autoridad por parte del líder supremo para actuar, entonces, no creo que necesitemos seguir ocultándonos —un hombre se levantó y miró a Antonio al decir esas palabras.
Antonio permaneció en silencio, pero no estaba en desacuerdo con lo que el hombre había dicho. De hecho, eso era justo lo que estaba pensando. Si no fuera por el hecho de que tenía que estar en la fortaleza, entonces, definitivamente habría actuado por su cuenta.
—¿Puede explicarse, por favor? —Antonio preguntó con calma. Aunque no lo demostraba mucho en su rostro, la ira que hervía bajo esa fachada de calma que presentaba podría asustar a alguien hasta la muerte.
—Lo que estoy tratando de insinuar es lo siguiente: ya que el líder supremo ya nos ha dado la autoridad para hacer lo que queramos, mientras entreguemos resultados, entonces no creo que necesitemos seguir ocultándonos en las sombras —el hombre comenzó a explicar.
