—¿Qué te parece? Ya dije que soy yo quien va a ocupar el cargo en la empresa. ¿Crees que tienes la autoridad para tomar esa posición? ¡Realmente no te lo mereces! Sin mencionar que eres una simple mujer.
Justo cuando llegaron frente a la puerta, escucharon una voz arrogante proveniente de la mansión.
En el momento en que Jonathan oyó esa voz, su expresión cambió drásticamente. La expresión de alivio que tenía en su rostro en ese momento desapareció. Lo que apareció a continuación fue una expresión feroz llena de rabia.
Sin decir una palabra, Jonathan avanzó y abrió la puerta. Ni siquiera se molestó en llamar o en intentar informar a los de adentro de que había llegado.
Jack no dijo una palabra y siguió a Jonathan al interior de la casa. Si había alguien con quien quizás podría tener algún tipo de relación en toda la familia Jesda, esa solo podía ser Anita.