Abadón tuvo que dejar al vampiro levantarse para que pudiera entrar al baño y cambiarse de ropa.
Cuando volvió a salir a su oficina, encontró que la habitación estaba significativamente más llena que antes, con varias mujeres inhumanas apareciendo de repente.
Algunas parecían demonios pero... eso no debería ser posible ya que a los demonios no se les permite aparecer en la tierra en su forma física.
Pero por alguna razón... esa ley inquebrantable no parecía aplicarse a estas diez.
'Son todas... tan hermosas-'
No bien el vampiro permitió que esto cruzara su mente cuando perdió la mitad de ella.
La parte superior de su cráneo se deslizó al suelo y sus rodillas se doblaron un momento después, provocando que su cerebro saliera de su cabeza y se desparramara en el suelo.
Incluso la pared detrás de él había sido cortada limpia, y parecía no detenerse hasta varias habitaciones más allá.