Apofis regresó a casa después de pasar la noche fuera en la ciudad.
Había pasado solo un día desde que su padre se fue y él estaba haciendo lo posible por seguir su recomendación de pasar tiempo entre su gente y observarlos.
Durante el día, pasaba tiempo con sus madres y hermanas mientras intentaba aprender sobre ellas.
Cuando finalmente conseguía liberarse de sus constantes atenciones, le enseñaban bastante.
Bekka le enseñó a luchar en su nueva forma humana, permitiéndole descubrir que tenía una aptitud natural para la esgrima, aunque admitía que no le importaba mucho.
Observaría las lecciones de Lailah con su madre, tanto para asegurarse de que no hablara fuera de lugar, como para ver si podía aprender un poco de magia también.
Valerie tenía el horario más ajetreado de todas, pero siempre que podía encontrarla, la asistía en cualquier proyecto en el que estuviese trabajando lo mejor que podía.