—¿R-RaspuJin? ¿Qué haces aquí? —preguntó Guki con una expresión confundida.
—Oye, Concha... Escúchame bien. Mi nombre es Rasputín. Te joderé si vuelves a pronunciar mal mi nombre. ¿Entendido? —preguntó Anon con una expresión enojada.
—S-Sí, Maestro —Guki respondió con una expresión asustada.
—Bien... Ahora, como tu maestro tengo algunas tareas para ti —Anon habló con una expresión neutra.
—¿Qué tipo de tareas? Si piensas que tengo dinero... Olvídalo, no lo llevo conmigo. Pero, puedo conseguirlo organizado-
—Cállate de una puta vez —Anon habló con una expresión seria.
—S-Sí.
—Voy a convertir a tu madre en mi Vertedero de Semen —Anon habló con una sonrisa malvada mientras miraba a Guki.
—¿¡QUÉ!? —Guki gritó mientras se levantaba inmediatamente de su asiento.
—Siéntate —ordenó Anon.
—¿Qué estás diciendo, Maestro? —Guki preguntó con una expresión impactada mientras se sentaba lentamente.