—Umm... Señor, ¿vamos a llamarla Niña o le vas a poner nombre? —Witchcreta preguntó con expresión confundida.
—Tu nombre... Sabes qué. Tengo el nombre perfecto para ti en mi mente. Deberías llamarte Medusa —Anon habló sonriendo mientras miraba a la chica.
—¿Medusa...? ¿Qué significa eso, Maestro? —Kolis preguntó.
—Bueno, no sé su significado, pero una chica poderosa como ella debería llamarse Medusa —Anon habló sonriendo.
—Acepto tu nombre, Mi Maestro —la niña habló mientras se inclinaba ante Anon.
—Bien. Tenemos que irnos ahora, ven Kolis —Anon habló mientras se giraba y comenzaba a caminar hacia su carruaje.
—Adiós, Medusa y Sr. Anon. Cuídense y maten a muchos Demonios —Mediodía habló mientras se despedía de su hija y de Anon.
—Tu madre es realmente genial, ¿eh? —Witchcreta preguntó sonriendo.
—Sí, lo dio todo para criarme... Pero, la edad la alcanzó. Ahora, puede morir en paz —Medusa habló sonriendo.
—¿No estás triste? —Anon preguntó con expresión confusa.