—Cariño... Tienes la palabra de un Dragón. Protegeré este lugar hasta mi último aliento y tú solo te irás por 24 horas.
—¿Qué puede pasar en tanto tiempo? —preguntó Adeline con una sonrisa mientras se levantaba de su lugar y caminaba lentamente hacia Anon.
—Bien... Sephie, prepara una gran piscina de agua para mí en la parte más segura de tu laboratorio. Solo mi alma viajará al mar profundo y mi cuerpo físico permanecerá aquí.
—Así que, ustedes tienen que cuidarlo —habló Anon.
Adeline caminó lentamente hacia Anon y lo besó en los labios.
—Vaya, vaya... ¿No estás siendo travieso? —preguntó Anon con una sonrisa mientras inmediatamente agarraba los pechos de Adeline.
—No soy yo quien se está agarrando los pechos... Cariño. Supongo que quieres hacer algo travieso conmigo. ¿Nos vamos a algún lugar solos o te gustaría hacerlo aquí? —preguntó Adeline con una sonrisa.
