James inmediatamente tomó el cuchillo de la cesta de frutas y lo balanceó hacia su cuello sin la menor vacilación.
—Nooooo —gritó Freeda.
—Detente —ordenó Anon de inmediato.
El cuchillo se detuvo a solo un centímetro del cuello de James.
—Demostraste tu punto, lo acepto.
Anon se quitó la venda de los ojos y se dio la vuelta.
—Bueno, eso está bien —Anon tocó a James y utilizó…
Después de devolverle sus recuerdos, Anon eliminó el Hechizo de Hipnosis de María.
—Salgan ambos —dijo Freeda mientras continuaba mirando a Anon manteniendo su distancia.
—Como diga, señora —ambos dijeron mientras salían de la habitación.
Después de que se fueron, la habitación se cubrió con un silencio sepulcral.
—¿Qué quieres? —Freeda en este punto entendió que Anon no es lo que parece desde fuera.
—Seré tu mayordomo, trabajaré para ti pero recibiré un pago igualitario y créeme, eso no significa plata —dijo Anon.
—¿Entonces qué quieres? —Freeda seguía desconfiada.