—Déjame... —gritó la chica elfa—. Y Anon la soltó.
En cuanto salió de las manos de Anon, desapareció en la oscuridad una vez más.
—Bien... Terminemos esto. Mike, ¿está todo listo? —preguntó Anon.
—Sí, Maestro...
—Bien... Luces —Anon habló mientras creaba inmediatamente 18 orbes de luz y hacía todo claramente visible dentro del Corte Real.
Tan pronto como las luces se esparcieron por el Corte Real, Anon vio a la chica elfa de pie a cierta distancia de él, en una postura defensiva.
Gwan estaba de pie detrás de él con su lanza apuntando directamente a su espalda y Noma estaba de pie frente a Anon con un par de Guanteletes en sus manos, que estaban hechos de Travertino Puro.
—Bien, bien... ¿Nos estamos animando aquí? ¿Solo los tres de ustedes o vienen más? —Anon preguntó sonriendo.
—No habrá más bajas en esta batalla además de nosotros tres... —habló Noma con una expresión seria.
—Haa... Buena elección —Anon habló sonriendo.