—Así que, esta dirección debería estar por aquí en algún lugar —Kira habló mientras giraba la carroza hacia un área industrial abandonada.
Todas las carretas se detuvieron en cuanto vieron una vieja fábrica en ruinas.
—¿Qué es esto? —preguntó Anon con una sonrisa mientras saltaba de la carroza y convocaba un cigarrillo en sus manos.
Encendió el cigarro y comenzó a caminar hacia la fábrica.
—Hmm... ¿Quién va a recibir el pedido en un lugar tan estúpido? —preguntó Kira con una expresión confusa.
*Click*
De repente, las puertas de la fábrica se abrieron y un joven humano salió de la fábrica.
Tenía cabellos negros y ojos azules.
—Hola, señores... Soy el Sr. Lui y usted debe ser el Sr. Danny... ¿Verdad? —El joven habló con una sonrisa mientras levantaba la mano frente a Anon.
—Sí, Sr. Lui... —Anon habló con una sonrisa mientras estrechaba la mano con Lui.
—Entonces, ¿dónde está mi mercancía? —preguntó Lui con una sonrisa.
—La tengo en estas carretas, Señor —respondió Anon.