—¿Te callarás si te digo qué pasó con mi cara? —preguntó Kira con una expresión seria.
—Sí —respondió Anon con una sonrisa.
—Bien... Solo déjame tomar el próximo turno, y te lo diré —contestó Kira.
—De acuerdo...
Cuando los vagones llegaron frente al puesto de cobro, dos guardias reales los detuvieron...
—Deténganse de inmediato —gritaron los guardias.
—Hola, Mark... ¿Cómo están los niños? —preguntó Kira mientras bajaba del vagón.
—Mis niños están bien... ¿Y este chico? ¿Tu nuevo novio? —preguntó Mark con una sonrisa.
—Nah, es solo un cliente. Lo estoy llevando al Reino Enano —respondió Kira.
—¿Ah sí...? ¿Entonces por qué no usó los vagones de transporte normales? —preguntó Mark.
—Shhh... Mark, mantén la voz baja. Él es nuevo y no sabe todo eso. Simplemente cállate... —habló Kira con una expresión muy seria y en voz baja.
—Está bien... Está bien... ¿Cuánto te está pagando? —preguntó Mark.