En medio del Mar de los Nacidos en la Tormenta...
Sobre una isla varada, se han reunido muchos Humanos, Elfos, Enanos e incluso Hombres Lagarto.
—¿Dónde está? —preguntó un Enano con una sonrisa mientras bebía alcohol de su botella.
—No lo sé... Quizás eligió escapar —habló un viejo Elfo con una sonrisa.
—¿Anon? ¿Huyendo? Eso es imposible... Él es nuestro héroe, no huirá —habló un chico mitad bestia y mitad Humano.
—Chico, ¿qué haces aquí? Este no es lugar para niños —habló el viejo Elfo.
—¿Podrían callarse? Mis oídos están llorando ahora mismo —dijo una chica del clan de los lagartos con una voz llena de actitud.
—Malditos insectos... —dijo el Enano mientras tomaba otro sorbo de su botella.
—¿Qué dijiste? No creo haberlo escuchado bien —la chica lagarto habló con una expresión seria.
—Nada...
*Gubb-Gubb*
De repente, el agua empezó a moverse cerca de la orilla de la isla.
—Miren, el agua se mueve... —dijo uno de los Enanos desde atrás.