—¿Qué quieres, tú malvado bastardo? —preguntó Adam con una expresión seria.
—No mucho por ahora... Digamos que, tu hermana —Anon habló sonriendo.
—No vas a llevarte a Iris. Ni siquiera dejaré que tu sombra caiga sobre ella —respondió Adam.
*Click*
De repente, la puerta del baño se abrió.
—Bueno, te desafío a que la protejas, de mí —Anon habló con una sonrisa maligna mientras liberaba a todos de su hechizo de inmediato.
—Hmm...? ¿Por qué estoy parado aquí?
—Mierda... Mi pan va a ponerse malo.
—El mío también...
—¿Cómo llegué aquí? Solo estaba parado allí.
...
Todos volvieron a sus puestos e Iris salió del baño.
—Hmm...? Ah, Sr. Anon y Hermano Estúpido... ¿De qué están hablando? —Iris preguntó mientras se les acercaba sonriendo.
—Oh, hola Iris... Solo estaba hablando con tu hermano sobre su trabajo. Él está haciendo un trabajo excelente y tú también. Quiero decir, mantener una figura tan hermosa... Con tanto trabajo. Es simplemente imposible —Anon habló sonriendo.
