—E-Espera... ¿Eres tú el tipo que planea matar a mi hija? —preguntó el gerente con una expresión seria y asustada.
—Sí, no solo matarla... Primero la violarán, frente a toda la clase y luego la matarán... —respondió Anon con una sonrisa malévola.
—¿Qué quieres? ¿Dinero? ¿Que firme unos papeles? —el gerente habló con una expresión seria.
—No me gusta tu actitud, chicos... Violad-
—Espera, espera, espera... S-Señor, fue una tontería por mi parte hacerte esperar en el vestíbulo y hablarte de manera tan grosera. Por favor, no mates ni violes a mi hija, Señor. Te lo suplico... Haré cualquier cosa que digas. Por favor, Señor... Ten piedad. —el gerente empezó a rogar mientras inmediatamente caía de rodillas y comenzaba a agarrar la pierna de Anon pidiendo misericordia.
—Ves eso, Mike? A veces... No necesitas fuerza bruta para derribar a un idiota estúpido. —Anon habló con una sonrisa mientras miraba a Mike también con una sonrisa.