Así es como mi señor Frank entró al sótano con Anon y se percató de que solo había una puerta allí.
—¿Está detrás de esta puerta? —preguntó Frank.
—Sí, mi señor —respondió Anon.
*Crujido*
Anon abrió la puerta y los tres entraron.
—Es esto... —Frank estaba a punto de preguntar algo cuando se enfrentó a algo muy aterrador.
Una gran ciudad llena de ogros se expuso frente a él.
Había ogros por todas partes.
—¿Qu-Qué... es este lugar? —Frank estaba aterrorizado de muerte mientras empezaba a pensar en diferentes escenarios de lo que sucedería si todos fueran comandados para atacar la capital real.
—¿Qué sucedió, mi señor? No veo esa confianza de antes en tu rostro —Anon habló con una sonrisa maliciosa en su rostro.
La asesina de sangre de inmediato captó la esencia de la situación y retiró su par de dagas.
—¿Con cuántos puedes luchar, 4, 5, 100, 1000, 10000 o 15749? —dijo Anon mientras miraba a la asesina de sangre que se preparaba para luchar.